Una refacción es una remodelación o una restauración de algo. Cuando se refacciona una vivienda, se modifica su estructura. Por ejemplo: “La refacción de las oficinas costará más de 200.000 pesos”, “Claudia está embarazada, así que estamos pensando en una refacción de la casa para que el bebé tenga un cuarto”, “Los dirigentes del club planifican la refacción de la sede social”.
Existen muchas infraestructuras que pueden ser sometidas a una refacción. Por un lado, cualquier construcción (un edificio, una casa, una planta industrial, etc.) puede ser refaccionada cuando se necesita introducir un cambio o reparar algún sector.
Una calle, un muelle, un aeropuerto y un puente también pueden ser objeto de una refacción: “La calle está cortada por obras de refacción”, “Tras la refacción del muelle, los pescadores regresaron a la localidad de manera masiva”, “Los nuevos criterios de seguridad obligan a realizar una refacción del aeropuerto”, “Gracias a las últimas refacciones, el puente ya no corre peligro”.
Un crédito refaccionario, por otra parte, es aquel que se entrega para la refacción o la adquisición de un inmueble o para la compra de una maquinaria, quedando lo adquirido como garantía. Sus características, de todos modos, dependen de cada banco.
El concepto, más allá de este significado, tiene además otras acepciones de acuerdo a la región geográfica. Puede tratarse de una pieza de recambio, de la comida ligera que se ingiere con el objetivo de recuperar energías o de una gratificación que, de acuerdo a ciertas circunstancias, se les otorgaba a los militares.
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